PERTENECIO
A LA EPOCA DE LUIS MIGUEL DOMINGUIN Y MANOLETE
CARLOS ARRUZA, FUE EL PRIMER TORERO QUE HIZO EL "TELEFONO"
No parece que el disgusto de la madre hacia las aficiones de los hijos surtiera mucho efecto frente al apoyo y entusiasmo recibidos del padre puesto que cuando solo contaba 16 y 14 años de edad Don José arregla su debut en la Plaza de toros de México en la llamada becerrada de los ferreteros que se celebró el 8 de Agosto de 1934, en la que ambos cortaron las orejas de sus respectivas reses, saliendo a hombros, tras tirarse al ruedo de "espontáneos" un tanto particulares.
Doña Cristina no tuvo mas remedio que ceder a lo que ya es un hecho imparable y a partir de aquí comienza una breve pero triunfal carrera de los hermanos Ruiz Camino que ya han adoptado el segundo apellido de su padre, como nombre de "guerra", como puede verse en la funda de los estoques que Carlos utilizará durante toda su vida y en la que figura grabado: "Hermanos Arruza".
Su debut en serio se produce el 28 de noviembre de 1934, en la plaza mexicana de Vista Alegre, de la que ambos salen triunfantes. Tras un par de temporadas plagadas de éxitos, Don José decide viajar a España con sus hijos, pero la suerte no les acompaña, tras una prueba a puerta cerrada en la recién inaugurada Plaza de Toros de Madrid denominada de las Ventas del Espíritu Santo, a poco se declara la denominada Guerra Civil Española y los Arruza deben regresar a México donde continúan su carrera. Tomando la alternativa el día 1 de diciembre de 1940, en la Plaza de "El Toreo", de manos de "Armillita Chico" que le cedió la muerte de "Oncito" el cual le hirió al entrar a matar.
La desgracia se cebó en la familia en los años siguientes, primero cuando el día 12 de Junio de 1941 Manolo Arruza murió trágicamente al disparársele al parecer una pistola cuando la limpiaba y posteriormente cuando el 1 de Agosto de 1943 Carlos se dirigía a presenciar una novillada en la Plaza del Toreo, su "Cadillac" colisionó con un camión cuyo airado conductor sin mediar siquiera una sola palabra apuñaló a Carlos repetidamente, debiendo ser atendido en la enfermería de la propia plaza de toros. Afortunadamente Carlos viajaba en compañía de su amigo el boxeador Vaquero de Cabo de Horca que le salvó la vida al enfrentarse al agresor.
Tras su recuperación, Carlos que a pesar de su éxitos en México no se siente a gusto porque creen que no le toman en serio, dado que mucha gente empieza a llamarle el chico del sujetador, ya que después de un éxito clamoroso en la Plaza de México una mujer le arrojó al ruedo una de estas prendas mientras daba la vuelta al ruedo, decidió regresar a Portugal donde todavía tenía un gran prestigió, Toreó cuatro corridas en dicho país, una de ellas en Lisboa con Manolete, en la que según el mismo confesaría descubrió lo que era el verdadero arte taurino y donde nacería la admiración y el respeto que siempre sintió hacia el torero cordobés, ya que no la amistad que llegaría un tiempo después.
Por cierto que, aunque no podamos corraborar la veracidad de la anécdota, se dice que en aquella época conoció al futuro Rey de España Don Juán Carlos de Borbón, cuyas padres, los Condes de Barcelona, pretendientes al trono de España, residían entonces en la localidad de Estoril, próxima a Lisboa, en una especie de exilio al que les tenía sometido el General de la patas cortas (o Caudillo - como Viriato, sí - según el prefería ser llamado). Al parecer, cuando Carlos Arruza toreaba en la preciosa plaza Lisboeta de Campo Pequeño, le "colaba" en la plaza haciéndole pasar por uno de los miembros de su cuadrilla.
Estando Carlos en Lisboa tuvo la suerte de que se firmase finalmente el convenio Hispano-Mexicano, siendo por dicha circunstancia el primer torero mexicano que tras el acuerdo toreó en España, haciéndolo en la Plaza de toros de Las Ventas de Madrid con extraordinario éxito el día 18 de Julio de 1944 en corrida presidida por el denominado "Caudillo" (lo que le valdría un cierto distanciamiento de su tío León Felipe, durante algún tiempo), confirmando la alternativa en España de manos de Antonio "Bienvenida", con "Morenito de Talavera" como testigo.
A partir de ese momento se le empezó a reclamar en todas las plazas de de España, convirtiéndose en poco tiempo en un ídolo para la afición, formando junto a Manolete la pareja taurina de moda, toreando juntos innumerables "mano a manos" por todas las plazas de España. Y eso a pesar de que algunos críticos le negasen el pan y la sal; algunos llegaron incluso a falsear las crónicas de sus corridas, como el del diario ABC, que en una crónica de la segunda corrida toreada por Carlos en España, la del día 25 de Julio de 1944, reduce los trofeos que se le concedieron a solo dos orejas, cuando en realidad se le otorgaron cuatro orejas, dos rabos y una pata. Por otra parte a pesar de la letra de una coplilla que se haría muy popular en aquella época cuya primera estrofa era: "desde que torea Arruza / Manolete está que bufa", lo cierto es que entra ambos toreros había nacido una firme y sólida amistad que duraría hasta la trágica muerte del primero.
Las temporadas siguientes fueron de un enorme éxito para el torero, tanto en España (salió a hombros de Las Ventas en sus sendas corridas los años 1944, 1945 y 1946) como en México, llegando a torear mas de cien corridas cada año, muchas de ellas en mano a mano con Manolete y otras formando terna con los mejores toreros españoles de la época, entre los que se encontraban además de los anteriormente mencionados, los conocidos Chicuelo, Mario Cabré, Pepe Luis Vázquez, Manolo Escudero, Gitanillo de Triana, Luis Miguel Dominguín y Morenito de Talavera entre otros. Además, fue un innovador de las artes taurinas, introduciendo nuevos pases y suertes entre los que destacan la denominada "arrucina", el pase del péndulo y la de adorno conocida como la "suete del teléfono", aunque esta última ya había sido practicada, aunque de distinta manera, a principios del siglo XX por el torero sevillano Manuel García "Reverte"; todos ellos con el denominador común de la espectacularidad y los riesgos corridos por el torero al ejecutarlas. Aún a día de hoy, Carlos Arruza es el único torero que siempre obtuvo trofeos en sus actuaciones en las dos principales plazas españolas: Las Ventas de Madrid y la Maestranza de Sevilla.
El 28 de Agosto de 1947 se produjo la trágica muerte de su amigo Manolete en la plaza de toros de Linares tras sufrir una aparatosa cornada del toro de Mihura "Islero". Se da la circunstancia que unos días antes Carlos, que iba camino de Francia para torear se detuvo en San Sebastián para ver a su amigo Manolete que por aquellos días comenzaba a estar un poco hastiado de la reacción del público que sin razón aparente había comenzado a ponerse en su contra.. A pesar de que en un de sus toros realizara una magnífica faena, el público reaccionó de forma airada con el torero, quién ante la pregunta de un sorprendido Carlos, de que qué quería el público le respondió enigmáticamente: "yo se muy bien lo que quieren y un día de estos se lo voy a dar".
Cansado y muy afectado por la trágica muerte de su amigo, Carlos, que aunque mucha gente lo haya olvidado, fue el promotor del monumento a Manolete que se erigió en su Córdoba natal, decidió retirarse de los toros haciéndolo así el 22 de Febrero de 1948. No cabe duda, no obstante que una ruptura del convenio hispano - mexicano coadyuvó a que Arruza tomara aquella decisión cuando se encontraba en el momento de más éxito de su carrera.
De la misma manera que hizo grandes amistades con Manolete y otros toreros - el portugués Manolo dos Santos, entre otros - también le salieron significadas enemistades, la más conocida de las cuales fue la del diestro Luís Miguel Dominguín, de quien se cuenta la siguiente anécdota: Se cuenta que en cierta ocasión, un periodista preguntó a Luis Miguel, cuáles eran, a su juicio, los diez mejores toreros del momento. Tras meditar un momento, empezó lentamente a enumerar algunos de los mas conocidos toreros del momento, sin nombrar, por supuesto, a Carlos Arruza.